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la búsqueda de la individualidad

 por Grecia Liliana Rodarte

Todo el mundo debería perseguir lo que es auténtico en uno mismo; esa es la manera de tener una larga vida en la música.

Bjorn Ulvaeus

Se dice que el arte es auténtico porque no le teme a nada. Habla con total libertad de cualquier tema y gracias a su amplitud, profunidad e independencia, nos proporciona una clara visión de nuestra condición humana. Cuando hablamos de arte nos referimos a una comunicación entre el mundo externo y el interno, capaz de cambiar nuestra percepción y perspectiva sobre temas determinados. Al estar en contacto con el arte nos permitimos interactuar con el mundo y con nuestro más íntimo ser. Nos damos la oportunidad de adoptar una postura inteligente ante la vida, de comprometernos con nuestra persona, y por lo tanto, con el resto del mundo, convirtiéndonos en seres auténticos.

Se entiende por individualismo al pensamiento que considera al hombre como una entidad independiente. Un ser individualista es una persona que se ocupa de sí misma, que se ama a sí misma y que vive para sí misma sin interponerse en los derechos de los demás.

En nuestra sociedad cada individuo se somete a un pacto social, además se encuentra en la búsqueda constante de ciertos requerimientos esenciales para el cumplmiento de su propia realización. Cada quien tiene fines particulares que, al mismo tiempo, busca hacer coincidir con los fines de la comunidad con la que se identifica. El problema reside en que en ocasiones se puede llegar a olvidar la naturaleza de nuestras propias acciones, cuestión que a la larga genera la interrogante: ¿quién soy? La respuesta al sentido de la existencia puede realizarse al ponerla en comparación con la identidad de los demás.

 

La música, siendo una práctica humana que fomenta los valores primarios, nos identifica como seres, como grupos y como cultura. Ayuda a generar las bases de la ideología y la base moral del individuo, actúa como un elemento dinámico que procura la participación e interacción, creando nuevas relaciones entre los hombres y fomentando el auto descubrimiento y, por consiguiente, la búsqueda de la propia identidad. Al formar parte del quehacer cotidiano, la música se inserta profundamente en la vida de los individuos. Es una de las fuentes de expresión más íntimas debido a su potencial para construir identidades y para comunicar creencias, valores y conductas.

En la actualidad, la expresión musical presenta fracturas. Al ser tratada como negocio debido al gran poder de impacto que posee, su discurso 

es modificado, las cuestiones de identidad y de conexión de las personas con la vida emocional son olvidadas, situación que desencadena el distanciamiento entre grupos sociales.

 

Cada ámbito social establece un patrón de gusto y estilo propios, concentra su atención en determinados expresiones musicales fijas, es así que se abre paso a los prejuicios y a los estereotipos. Como consecuencia, el individuo se encuentra con la dificultad de construirse una auto-definición y de encontrarse un lugar en la sociedad. Se adhiere a una identidad ya construida, más por necesidad que por elección. afectando a la particularidad de su persona, y por consiguiente, a la sociedad en general, puesto que su riqueza se pierde en el mar de estereotipos.

 

El arte musical permite reflexionar en torno a un complejo abanico de sentimientos y emociones. Crea una dimensión de valores y pensamientos en la persona, y a su vez genera una percepción diferente en el individuo, elevando su estado de conciencia.

Si la persona ya ha adquirido una conciencia que le permita diferenciar y planificar la dirección de sus acciones, será capaz de establecer un juicio propio ante las situaciones que se le presenten. Pero debido a la necesidad de pertenencia a una comunidad esto puede suponerle un conflicto si su forma de pensar propia deja de encajar con las conductas colectivas que ha ido adoptando. Los cambios de visión sobre uno mismo y sobre el mundo se generan de manera constante, lo importante es que el sujeto desarrolle la capacidad de decidir en dónde quiere estar, hacia dónde quiere ir y en qué se quiere convertir. En resumen, que devenga en un ser autónomo.

 

La música es una actividad de carácter tanto colectivo como personal. Es la manera que el ser humano tiene para expresarse sobre y ante el mundo. Sus raíces son profundas y han estado presentes en cada momento de la vida, individual y colectiva, del hombre. El arte es una herramienta crucial de expresión del ámbito emocional-sentimental-intelectual, esto lo convierte en un recurso potente para el auto crecimiento personal y para la interacción transpersonal. La música, a la manera del instrumentista que encuentra la armonía al trabajar en conjunto con el resto de la orquesta, es una de las actividades más relevantes en la búsqueda del ser individual en el mar de la colectividad.

Fotografía de Marcio De Assis (Own work) [CC BY-SA 3.0 (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0)], via Wikimedia Commons

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