Estoy convencida de que Ciudad Universitaria es más bonita por la tarde… incluso si es una tarde lluviosa de cielo blanco. Camino aprisa del Estadio a la Facultad de Derecho bajo un paraguas miniatura. Llego un poco agitada y confundida;  pregunto a un muchacho de ojos claros por el auditorio Benito Juárez  y él me mira profundo tratando de recordar. No lo logra. Mal, todos deberíamos conocer nuestra facultad, ¿no?

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Al fin alguien me da las instrucciones correctas. Ubico, entro al recinto y tomo asiento. Ésta es la última mesa de la jornada  donde tres académicos expondrán, desde sus propias disciplinas, acercamientos a las discusiones sobre los valores de las sociedades contemporáneas.

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Comienza la maestra Elena Tudela de la Facultad de Arquitectura, quien expone sobre las re-valoraciones que se pueden propiciar en la periferia a partir del trabajo y análisis urbano-arquitectónico. Tras hacer un recorrido por diversas definiciones de periferia, propuso un modelo guía para la política pública urbana: periferia descentralizada. Empoderar a la periferia desde ella misma, propiciar lugares de encuentro y considerar a estas zonas conurbadas como necesarias para la ciudad central son algunas de las premisas que acompañan este modelo. Finalmente enfatiza la importancia de la interdisciplina en este tipo de misiones e invita a los presentes a imaginar cómo será el futuro de las ciudades para poder replantear acciones en su (re)construcción.

El segundo en tomar la palabra es el doctor Arturo Berumen de la Facultad de Derecho, cuya ponencia se titula “Constitución líquida”. Esta exposición, evalúa “a vuelo de pájaro”,  el efecto en la Constitución que han tenido los valores que propicia el neoliberalismo. Habla de la competitividad y la privatización; lógicas del mercado que se replican en esa constitución líquida (a la Bauman) que tiende a ser gaseosa.

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Finalmente, el doctor Ricardo Horneffer, de la Facultad de Filosofía y Letras define valor como un “bien que se preserva y conforma intencionalmente […] siempre inserto en un contexto histórico”. Pone a dialogar a filósofos como Platón y Nietzsche para abonar a la definición y para mostrar la complejidad que implican los valores culturales incompatibles. Aborda también la dimensión colectiva e individual de los valores y su promoción en la educación.

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Tras un par de preguntas del público, la mesa concluye y la formalidad del encuentro se transforma en un relajado intercambio de saludos. Entre todos me encuentro a Ana Rojas, consejera del área de las artes y las humanidades y una de las organizadoras de estas Reflexiones Universitarias. Me platica emocionada de las nuevas ideas para el Segundo encuentro estudiantil de la FFyL “Redes”; y de la necesidad de formatos creativos que rompan con la típica mesa de ponentes. Me dio mucho gusto verlos en acción, gestionando espacios de intercambio y reflexión sobre temas que nos competen, no sólo como universitarios, sino como ciudadanos.

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Enhorabuena a esta iniciativa. Las y los invitamos a seguirle la pista los últimos miércoles de septiembre, octubre y el 8 de noviembre.

susana colin moya