reflexiones universitarias: los retos del presente
Mesa 1. valores de las sociedades actuales
La mesa estudiantil de estas primeras jornadas estuvo conformada por tres alumnos destacados de las facultades de Arquitectura, Derecho y Filosofía y Letras. El diálogo interdisciplinario en torno a los valores que imperan y a los que deberían imperar en la actualidad en nuestras sociedades fue sumamente rico.
Mónica J. Arellano G. de la Facultad de Arquitectura señaló que uno de nuestros grandes retos como universitarios es la extensión del conocimiento aprendido al ámbito de lo cotidiano. En una interesante propuesta nos habló de la posibilidad y la necesidad de vislumbrar y conformar una arquitectura fundamentada en el amor, que sirva como encuentro del hombre con el mundo y que genera una conciencia de estar y de vivir juntos. Vivir juntos, señaló, implica sentir nuestros cuerpos y vivir nuestras experiencias en un mundo común; para ello es necesario ir más más allá de la ilusión de comunidad creada por las nuevas tecnologías. Sostuvo que los afectos no deben ser vislumbrados como impedimentos de la razón, que es necesario sentir el espacio a través de la comunión con el otro . En este sentido lanzó la pregunta ¿qué estructuras arquitectónicas deberíamos pensar para estar y vivir juntos?
Santiago Rodríguez Salinas de la Facultad de Filosofía y Letras hizo cinco propuestas de valores útiles en el análisis de la literatura y de los fenómenos sociales y mediáticos actuales. 1) La brevedad, entendida no como la eliminación de peso en el lenguaje sino como la recuperación de lo justo, de lo esencial, de lo necesario. 2) La fugacidad como la economización de la lectura en términos de tiempo en donde debe predominar el análisis veloz, si bien no la lectura rápida. 3) La elisión, es decir, la concientización de todo aquello que las palabras omiten pero que siempre permanece presente: el silencio y el vació. 4) La originalidad como producto de una nutrida imaginación que nace del conocimiento de la realidad, misma que implica también el saber qué hacer con lo que se conoce. 5) Y por último la unificación como unidad total de conocimientos y de los valores propuestos. Pensar estos valores permite, aseguró, permanecer alerta ante la filotiranía y contribuye en su erradicación.
Armando Rioja de la Facultad de Derecho lamentó la desvinculación que el Derecho científico ha hecho de la moralidad. Entre los valores que, como parte de una moralidad crítica (y no de una subjetividad que permita la libre interpretación), deben constituir al Derecho señaló a la libertad, la paz, el respeto y la cooperación. Sostuvo que cuando tenemos valores vemos al mudo de manera distinta, que de esta mirada se nutre el Derecho y es en ella que la legalidad cobra total sentido. Lamentó la actitud que actualmente predomina en torno a ciertos valores que son concebidos como anticuados e invitó a cambiar este tipo de mentalidad. Concluyó con los señalamientos de que los antivalores sólo nos llevarán a la destrucción y de que es necesario abolir la idea de que los juristas no tienen corazón.
La sesión de preguntas estuvo repleta de cuestionamientos aguerridos, de la compartición de inquietudes personales y profesionales, del interés por el diálogo multidisciplinario, todo en torno a la construcción de los nuevos valores, y a la recuperación de los viejos, de las sociedades actuales. Se trató pues de una mesa nutritiva para todos aquellos que nos interesamos en responder en conjunto a los retos del presente.
josé humberto garcía cervantes
cobertura
30 de agosto


